El sábado 13 de septiembre de 2025, el mundo del boxeo fue testigo de un enfrentamiento histórico: Saúl “Canelo” Álvarez perdió sus cinturones de campeón indiscutido del peso supermedio frente a Terence “Bud” Crawford, quien dio una auténtica lección táctica y se impuso por decisión unánime. La magnitud del combate no solo radica en el resultado, sino en lo que simboliza: el ascenso de Crawford como uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos y un giro inesperado en la carrera del mexicano.

Contexto previo al combate

Canelo llegaba como campeón indiscutido de las 168 libras, con una trayectoria sólida y una ventaja de experiencia en divisiones superiores. Por su parte, Crawford subía dos categorías de peso desde el welter, un reto físico que pocos creían que podría superar con éxito. El atractivo de la pelea estaba en esa incógnita: ¿sería capaz el estadounidense de mantener su velocidad y precisión contra un rival más fuerte físicamente?

Estrategias y claves técnicas

Movilidad y control del ring

Desde el primer asalto, Crawford impuso un ritmo basado en movilidad lateral, cambios de guardia y un jab constante. Su objetivo fue frustrar la presión de Canelo, mantenerlo en el centro del ring y obligarlo a lanzar golpes al aire. La estrategia funcionó: el mexicano, acostumbrado a cortar el ring y castigar al cuerpo, no consiguió conectar con la claridad habitual.

Precisión frente a potencia

Las estadísticas reflejan la diferencia: Crawford conectó más golpes totales, especialmente en los asaltos finales, donde logró cifras de acierto cercanas al 35%. Canelo, en cambio, se mostró más errático, con menos de un centenar de impactos efectivos en toda la pelea. El contraste no estuvo en la cantidad de golpes, sino en la calidad y oportunidad de cada conexión.

Defensa activa

Crawford evitó la ofensiva más peligrosa de Canelo gracias a su cintura y a su capacidad de leer el ataque antes de que llegara. Muchos de los mejores intentos del mexicano terminaron golpeando aire o siendo bloqueados con desplazamientos mínimos. Ese nivel de anticipación fue, en definitiva, la diferencia técnica más notoria.

Qué le faltó a Canelo Álvarez

• Plan B inexistente: cuando Crawford tomó la iniciativa, el mexicano no supo cambiar la estrategia.
• Poca presión sostenida: no logró acorralar a Crawford contra las cuerdas ni imponer su ritmo físico.
• Bajo porcentaje de acierto: sus combinaciones al cuerpo, normalmente demoledoras, apenas hicieron mella en la guardia rival.

El resultado expone un punto débil que ya se había insinuado en peleas anteriores: cuando se enfrenta a rivales con movilidad y lectura defensiva, Canelo encuentra muchas más dificultades para imponer su boxeo.

Impacto histórico del triunfo de Crawford

Con esta victoria, Terence Crawford se convierte en el primer boxeador de la era de los cuatro cinturones en ser campeón indiscutido en tres divisiones distintas. Es un logro sin precedentes que lo coloca en la discusión de los mejores libra por libra de la historia.

El triunfo no solo es personal, sino que marca un antes y un después en el boxeo moderno: demuestra que la técnica, la inteligencia táctica y la disciplina pueden superar las barreras del peso y la potencia.

Consecuencias para el futuro

Para Canelo, la derrota abre interrogantes sobre su futuro inmediato. ¿Buscará una revancha? ¿Se mantendrá en las 168 libras o considerará un regreso a otra división? Lo cierto es que, con 35 años, cada combate será determinante para definir su legado.

Crawford, en cambio, tiene el mundo a sus pies. Podría mantenerse en supermedio, retar a nuevos campeones o incluso explorar más divisiones. Su nombre ya está inscrito en la historia, pero sus próximos pasos definirán hasta dónde puede escalar en el Olimpo del boxeo.