Historia del kick boxing.

En los años 50 se juntan dos grandes maestros Kenji Kurosaki y Masutastu Oyama, conociéndose bajo la instrucción del Maestro Yamaguchi.

En el año 1953 estos dos alumnos crean su propio sistema Kyokushinkai, el cual es muy conocido y uno de los estilos más afamados y eficaces dentro del karate.

No es hasta el año 1964 que un organizador deportivo de Tailandia decide organizar un evento en el que combatiesen tres luchadores de Kyokushinkai contra tres campeones de muay thai, en dicho evento, los dos primeros combatientes de Kyokushinkai resultan victoriosos pero Kurosaki es eliminado debido a un golpe con codo que le abre la ceja.

Todos ellos aunque tenían nociones de muay thai, se sorprenden por la velocidad de movimientos de este arte marcial y Kurosaki rabia por no haber sabido confrontarlo de manera adecuada.

Más tarde Kurosaki marcha a Holanda donde continua su formación y difusión del Kyokushinkai llamado por Jon Bluming, tercero en la jerarquía de esta modalidad y máximo representante en de esta en Europa.

Un año más tarde en 1967 Kurosaki vuelve a Japón con el maestro de muay thai Naront Siri con el cual había dado en Tailandia en un viaje antes de volver a su tierra. Es entonces cuando se crea la modalidad de kick boxing, un deporte adaptado y eficaz, con raices en varias artes marciales como en este caso fueron el muay thai y el karate Kyokushinkai.

Gracias al promotor japonés de boxeo Osamu Noguchi, que se siente interesado por este deporte de contacto, y colabora con estos dos maestros comienzan una gran difusión del deporte.
En un principio eran legales las técnicas de codos, rodillazos, cabezazos y lanzamientos pero con el tiempo y al desear que este fuese un deporte fluido y vistoso, lo prohibieron, dejando los rodillazos pero solo cuando los luchadores están en posición de «clinch».

A partir de estos momentos el kick boxing creció de manera exponencial por Holanda y toda Europa, siendo uno de los deportes de contacto más practicados en estas regiones y de las cuales han salido grandes luchadores, y hemos podido ver grandes ejemplos de este deporte en competiciones muy importantes a nivel global como el K-1.

Cuando Kurosaki abandona definitivamente (1992) la asociación de karate Kyokushinkai, es reconocido como maestro 10º Dan.